Escenarios de novela XII. “Antica Via Appia” (La biblioteca de Vaccaro)
Toca el turno de recrearnos paseando por la Antica Via Appia, uno de los lugares italianos que aparece en mi segunda novela “La biblioteca de Vaccaro”.
Tanto en la época de la República como en la del Imperio, la Via Appia fue una calzada de gran importancia de la antigua Roma. Unía Roma con Brindisi, ciudad situada en el “tacón de la bota italiana”, que albergó el puerto con mayor actividad comercial, uniendo la península italiana con el Mediterráneo oriental y Oriente Medio. La construcción de la vía comenzó en el año 312 a. C. y su extensión y posterior mantenimiento perduró durante muchos siglos.
Según nos dice la historia, la necesidad de construir esta calzada fue militar, las constantes luchas de Roma con los samnitas, pueblo que habitaba la actual Campania, se extendieron durante largos años. En un primer periodo, Roma creo colonias próximas a las zonas limítrofes. Sin embargo, no dieron buenos resultados pues estando cerca de tierra hostil eran continuamente hostigadas por los enemigos. La construcción de la calzada solventaba el problema permitiendo un movimiento rápido de tropas y suministros. Con la via Appia la expansión de Roma hacía la sur de la península quedaba consolidada.
El ”kilómetro 0” de la via Appia era el foro romano, en su recorrido atravesaba la muralla por la puerta Capena y salía fuera de la ciudad, para proseguir a través de suburbios, hasta alejarse de la urbe. La vía continua por los pantanos Pontinos, en Tarracina se asoma a la costa donde los romanos realizaron gigantescos cortes en la tierra que forman acantilados. Desde ese punto un camino se dirigía hacía Capua y otro continuaba por el Benevento.
La calzada de la via Appia era de calidad: con capas de piedra, canalés a los lados, muros de contención y andenes. Algunos historiadores opinan que fue la primera calzada cuya construcción incluyó cemento de cal y piedra volcánica para alisar su superficie, haciendo desaparecer las juntas de la construcción y las irregularidades de las piedras.
El ingeniero e historiador Isaac Moreno Gallo, que ha estudiado en profundidad las calzadas romanas, ha teorizado sobre cómo se proyectaban y construían las calzadas. Una teoría bien soportada, estudiada y documentada, que me ha hecho reaprender y cambiar muchas creencias que tenía sobre la ingeniería romana. Si tienes curiosidad por saber más sobre las construcciones de calzadas e ingeniería en la época romana te invito a que veas sus videos y programas de divulgación.
La rebelión de Espartaco, el gladiador de Capua que se sublevó con un ejército de esclavos desafiando el poder de Roma dejó su huella en la calzada en forma de sangre derramada por sus cunetas. Los romanos ejecutaron a los supervivientes de la batalla en la que Espartaco cayó derrotado, siendo todos crucificados en el año 71 a. C. Se estima que 6000 cuerpos fueron expuestos desde sus cruces a lo largo de la vía, en el trayecto que une Roma con Capua.
De entre los monumentos que cabe la pena mencionar nos encontramos: Porta San Sebastiano; primer miliario; centro de servicio de la Appia Antica; Iglesia del Domine Quo Vadis; Catacumbas de San Calixto; Basílica y Catacumbas de San Sebastiano; Villa de Majencio; y; debido a la tradición de romana de usar las recorridos de las vías fuera de las ciudades como columbarios; infinidad de mausoleos, sepulcros y tumbas entre los que destaca la de Seneca.
¿Te animas a visitarla?
¡Abrazotes!