Escenarios de novela X. Il pantheon (La tumba del héroe)
El escenario de este blog es uno de los que más me ha impactado y del que estoy profundamente enamorado, “Il pantheon”.
Su nombre procede del griego y se traduce como templo de todos los dioses.
Es un edificio muy particular en su arquitectura y quizá el único templo romano que ha llegado hasta nuestros días completamente en pie, una autentica reliquia de época romana.
En el siglo I a.C. el cónsul Marco Agripa ordenó su construcción. Marco Agripa fue un hombre de suma importancia en la época del emperador Augusto, el primer emperador de Roma, no obstante, tuvo un alto cargo en los ejércitos romanos y fue amigo, yerno y hombre de confianza del emperador. El templo que Marco Agripa construyó no se asemejaba al actual, éste era de planta rectangular. De las pocas cosas que quedan de aquel primer edificio es la inscripción latina en el friso del pórtico: “Marcus Agrippa Lucii filius, consul tertium, fecit”, que puede ser traducido por Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo hizo.
En el año 80, época del emperador Dominiciano, un incendio destruyó el templo y tuvo que ser restaurado.
En época de Trajano, en el 110 volvió a ser destruido. En el siglo II en tiempos del emperador Adriano se reconstruyó enteramente adquiriendo su planta en forma circular, la actual.
La construcción de una cúpula semiesférica sobre una estructura cilíndrica, aunque había sido usado en grandes salas y en edificios ilustres, era una arquitectura innovativa para un templo. El cilindro tiene una altura igual al radio de la esfera por lo que la altura total de la cúpula es el valor del diámetro de la esfera, 43,44 m, siendo la mayor cúpula hecha de hormigón de la historia, superando en tamaño a la del Vaticano.
Se conocen pequeñas restauraciones posteriores en época de Antonino Pio y de Séptimo Severo.
A principios del siglo VII, el emperador bizantino Focas donó el edificio al papa Bonifacio IV convirtiéndose en iglesia cristiana. La consagración del edificio es lo que ha permitido que este permanezca en pie hasta nuestros días.
Una de las características que llama la atención es su abertura en el centro de la cúpula, el llamado “oculus”, que ha generado varias teorías sobre su intención: según algunos, debido a que la cúpula no tiene nervios que la sostengan, es necesario que exista para que liberar la cúpula de peso y que no se desmorone; según otros es un elemento decorativo para permitir la entrada del sol y que incida en lugares determinados en fechas determinadas; también hay quien afirma que tiene un finalidad religiosa, pues es la salida y entrada de los dioses paganos romano, etc. Sea cual sea su función, una de las cosas más curiosas se produce los días de tormentas, en los que la lluvia entra por él, generando en el suelo figuras geométricas hasta perderse por unas pequeñas aberturas. Si tenéis oportunidad de verlo es una maravilla. Además, cuando llueve en Roma, suelen ser tormentas intensas y con gotas grandes por lo que el espectáculo está servido.
Cuando vivía en Roma, cada vez que pasaba por las inmediaciones, si el edificio estaba abierto entraba a recrearme con su interior, admirando los contrastes de los colores de los mármoles, la cúpula esférica, las incidencias de los rayos.
En definitiva, se trata de un edificio que no se puede dejar pasar por alto y en mi opinión el que más merece ver de la arquitectura romana.
¡Abrazotes!